Como rubia siempre llevaba máscara de pestañas y no me sentía vestida sin ella. Nunca me puse pestañas postizas porque eran incómodas y difíciles de poner y luego el desastre del pegamento. Las extensiones me dejaban los ojos rojos y me picaban, así que tuve que dejarlas.
La primera vez que las hice me costó unos 10 minutos de lío y volver a intentarlo. Ahora puedo hacer una serie completa en 2-3 minutos.
Pero cuando están puestas, no se notan, me duran 7 días, con entrenamientos, duchas y natación, ¡y qué ahorro de tiempo! Y se quitan enseguida con un desmaquillante básico. Estoy realmente impresionada.