Tanto si eres adicta a las pestañas como si simplemente te gusta la mirada que te dan, llega un momento en el que tienes que quitártelas. Puede que pienses que el momento de la ducha es uno de ellos, pero no es del todo cierto... ¿Confundida? Te lo explicamos.
El agua, el calor y la humedad de las duchas pueden ser el peor enemigo de tus pestañas. Esta combinación mortal puede hacer que se despeguen con bastante facilidad, lo que puede resultar difícil cuando sólo quieres dejártelas puestas para una ducha rápida. Por ejemplo, si te estás arreglando después de una sesión de gimnasia o quieres refrescarte y retocarte el maquillaje. Y todas sabemos que tener que quitarse las pestañas para volver a ponérselas al cabo de unos minutos puede ser un suplicio (¡nosotras ya hemos pasado por eso!).
Pero hay algunas maneras de hacer que tus pestañas se mantengan en su punto, incluso durante y después de la ducha. Sigue leyendo y descubre cómo.
1. Mantén las pestañas secas
Un poco de agua no hace daño, pero evita mojar las pestañas por completo. Esto disolverá cualquier producto de fijación que hayas utilizado. ¿La solución? Intenta ducharte de espaldas a la alcachofa de la ducha para mantener la cara seca y proteger las pestañas. También te recomendamos que mantengas el agua a una temperatura fresca, para no crear mucho vapor, ya que la humedad puede comprometer tus pestañas.
2. No te laves la cara en la ducha
Evita hacer tu rutina de cuidado de la piel en la ducha cuando quieras dejarte las pestañas puestas. No solo es perjudicial para la piel (la temperatura del agua caliente puede resecarla), sino que también hace que los productos entren en contacto con la zona de los ojos, lo que puede provocar que las pestañas postizas se muevan o se caigan.
La presión de la alcachofa de la ducha también puede ser excesiva para tus postizos, así que si necesitas lavarte la cara, hazlo en el grifo con agua fría y si utilizas un limpiador, mantenlo alejado de tus postizos.
3. No te frotes la cara con la toalla
Prueba a darte golpecitos en la cara con una toalla en lugar de frotarla. Pásatela suavemente por la cara, evita la zona de los ojos y deja que las pestañas se sequen al aire para que se mantengan en su sitio.
Una vez seca la cara, si necesitas aplicar crema hidratante o cualquier otro producto, hazlo con un disco de algodón o una brocha de maquillaje, para mantener el producto alejado de la zona de los ojos.
4. Elegir el producto para pestañas adecuado
Muchos productos para pestañas como el pegamento, los imanes o las extensiones pueden fallarte en la ducha porque no están hechos para resistir el agua, el calor y la humedad. Busca productos resistentes a la ducha, así tendrás la seguridad de que tus pestañas permanecerán fijas y con un aspecto fabuloso incluso después de haberte limpiado a conciencia.
No te quites las pestañas, ¡incluso en la ducha!
Si buscas un producto resistente a la ducha, LinerBond Pro es tu mejor aliado. Su nueva fórmula es resistente al agua, al calor y a la humedad, lo que significa que tus pestañas permanecerán fijas pase lo que pase. Además, es muy fácil y rápido de aplicar.
¿Demasiado bueno para ser verdad? No te fíes solo de nuestra palabra, las críticas hablan por sí solas. Léelas aquí 😉 .